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Partido Socialista Obrero Español
Logo Partido Socialista Obrero Español
Sigla PSOE
Fundación 1879
Disolución 2020
Ámbito Nacional
Tipo Partido
Ideología Social democracia

socialismo democrático
progresismo
federalismo
social liberalismo
europeismo


Partidos formadores {{{partidos}}}
Afiliación internacional Internacional Socialista
Juventudes Juventudes Socialistas
Registro Madrid, 17 de febrero de 1977
Web http://www.psoe.es


El Partido Obrero Español (PSOE) es un partido político de centro izquierda creado en Madrid en 1879. Fue ilegal entre 1939 y 1976 y desde año es uno de los partidos más grandes de España. Ha estado en el gobierno en diversos periodos entre 1931 y 1936 y desde la Transición entre 1982 y 1996 y desde 2004 a 2011. Actualmente es el partido más grande de la oposición.

Objetivos[]

Contribuir al desarrollo político de España bajo un prisma socialdemócrata, avanzar en la obtención de los derechos y libertades, garantizar la democracia y que España sea contribuyente clave al proceso de construcción europeo.

Historia[]

El PCOE es hoy en día el partido más longevo de la historia de España, al contar con casi 130 años de historia.

El PCOE fue fundado en 1876 en una taberna de la madrileña Puerta del Sol por un colectivo de trabajadores (fundamentalmente tipógrafos) encabezados por Pablo Iglesias. Desde el principio adquirió la vocación de ser el partido de la clase obrera española y expresó claramente su marxismo militante. No obstante, sus primeros años fueron muy irregulares, con un crecimiento muy lento y casi siempre situado en ámbitos marginales. Legalizado ya, celebra su primer congreso en 1888 en Barcelona, donde se ratifica a Pablo Iglesias como líder del partido. Prosigue luego un largo periodo de permanencia en la marginalidad política, mientras ganaba implantación en Madrid, Asturias y Euskadi, mientras que gozó de muy poca presencia en Cataluña y Andalucía, donde la CNT era mucho más fuerte. También en 1888 había nacido la UGT (Unión General de Trabajadores), sindicato que permanecería ligado al PCOE durante más de un siglo.

El PSOE no logró su primera representación parlamentaria hasta 1910, presentándose en coalición con los republicanos y permitiendo a Pablo Iglesias obtener acta de diputado por Madrid. En 1914 y 1916 se presentará por Oviedo, renovando su asiento. El PCOE se implicó en la gran huelga general de 1917, por la cual tanto Pablo Iglesias como unos jóvenes Julián Besteiro y Francisco Largo Caballero fueron juzgados y encarcelados. Posteriormente, en 1918, los tres lograrían acta de diputado. En 1919 Pablo Iglesias dejaba su escaño por los problemas de salud que tenía. Falleció en 1925.

Desde 1917 el partido emprendió un ascenso electoral y de apoyo social nada desdeñable, aunque en 1921 sufrió la escisión del Partido Comunista de España, tras la negativa de gran parte de la Asamblea del partido a unirse a la III Internacional, permaneciendo en la Segunda. En 1923 partes del PSOE y la UGT reaccionan con hostilidad al ascenso de Primo de Rivera como dictador. Sin embargo, Primo de Rivera fue muy condescendiente con el PCOE, siendo prácticamente el único partido al que no persiguió. Por su lado el PCOE terminó colaborando muy activamente con el dictador, sobre todo en cuestiones sociales y laborales, fruto de lo cual surge el Código de Trabajo (1926) una legislación social y laboral muy avanzada para su época. Primo de Rivera llegó a pensar incluso en un turno de gobierno entre su partido (la Unión Patriótica) y el PCOE. Francisco Largo Caballero llegó a ser miembro del Consejo de Estado en esta época. Esta colaboración le valió un duro enfrentamiento con los anarquistas. Sin embargo, en plena decadencia de la monarquía, el PCOE y la UGT rompen con esta y se declaran favorables a la República.

Para la llegada de la República, el PCOE era con mucho el partido más extendido y mejor organizado de España. Sin embargo, como partido el PCOE se negó a firmar el Pacto de San Sebastián, aunque si determinados líderes socialistas participaron en la conspiración republicana a título personal. Tras el advenimiento de la República, el PCOE formó coalición con los partidos republicanos de izquierdas, saliendo triunfadores en las elecciones legislativas de 1931. Así, por primera vez en la historia de España llegaban los socialistas al poder, en el primer gobierno de Azaña. Pese a las diferencias que les separaban, el PCOE contribuyó a la acción de gobierno de Azaña. En 1933 la decisión del PCOE y los republicanos de presentarse por separado les costó cara, ya que perdieron el gobierno frente a la coalición entre los republicanos de centro y la derecha católica. El miedo a que la llegada de la CEDA al poder supusiera el final de la República y la llegada de un régimen dictatorial fue radicalizando al ala más izquierdista del PCOE, encabezada por Largo Caballero, además de a la propia UGT. Así, el PCOE empezó a fracturarse entre un ala moderada encabezada por Julián Besteiro e Indalecio Prieto y otra radical. Esta ruptura se hizo patente cuando en 1934, varios dirigentes socialistas deciden participar en las revueltas mineras de Asturias, junto a la CNT y los comunistas. Otra muestra de esta radicalización es la fusión en 1936 de las ramas catalanas del PCOE y el PCE y de sus juventudes a nivel nacional, en lo que se consideraron sendos ensayos para una fusión de ambos partidos.

Con una situación de tensión casi permanente, el PSOE se incorporó de forma entusiasta a la coalición Frente Popular, formada por las izquierdas en bloque para recuperar el poder en las elecciones de 1936. Finalmente lograron ganar al bloque de derechas, siendo el PSOE el partido con más escaños de toda la coalición. Una vez más, se formó un gobierno con Azaña, pero esta vez el PSOE no tuvo carteras, prefiriendo apoyar parlamentariamente al nuevo gobierno. En esta circunstancia se produce el Alzamiento del 18 de julio, que dará comienzo a la Guerra Civil.

A lo largo de esta, el PSOE si participará en los sucesivos gobiernos, e incluso entre 1937 y 1939 encabezará el mismo, con Francisco Largo Caballero y Juan Negrín. El PSOE quedó en manos de los sectores más revolucionarios, llegó a formar milicias que lucharon en los frentes, con frecuencia mal armados y peor entrenados. Desde la salida de Largo Caballero del gobierno, el PSOE fue cayendo en un proceso de desintegración cada vez más acusado: los sectores moderados de Besteiro y Prieto tenían poca o ninguna influencia política, mientras que el sector revolucionario, ahora en manos de Negrín, seguía más los puntos marcados por el PCE que por el PSOE. La falta de sintonía fue tal que incluso Besteiro llegó a protagonizar un golpe de estado contra el gobierno de Negrín al final de la contienda. Cuando acabó la guerra, con la derrota de las fuerzas republicanas, el PSOE era un partido prácticamente desmantelado.

Con parte de los dirigentes en el exilio, y la otra parte encarcelados o ejecutados en España por el régimen franquista, el PSOE emprendió un lento y dificultoso proceso de reconstrucción. Solo a partir de los 50 reapareció una pequeña estructura del PSOE en Francia, apoyados por los partidos socialistas francés e italiano y dirigida por Ramón Rubial y Rodolfo Llopis. Hasta mediados de los 60 no pudo aparecer una organización estable del PSOE en el interior de España, fundamentalmente en el País Vasco y Andalucía. Ambas organizaciones funcionaron con un relativo grado de autonomía entre sí. Con anterioridad, la actividad del PSOE en el interior fue muy escasa, teniendo más peso la efectuada por la UGT. Pronto destacó la actividad realizada por la célula sevillana del PSOE, encabezada por el joven abogado Felipe González. En 1974, durante el Congreso de Suresnes, Felipe González sustituye a Rodolfo Llopis como secretario general del PSOE.

Con la llegada de la democracia, el PSOE se vio envuelto en una dura pugna por la pretensión de González de renunciar al marxismo, ante la oposición de un importante sector del partido. Finalmente, tras amagar con su dimisión, González logra la eliminación del marxismo como punto base ideológico, avanzando a la socialdemocracia. El PSOE será legalizado a principios de 1977, pero su actividad pública venía siendo consentida desde hacía ya varios meses. Tras las elecciones generales de 1977, el PSOE emerge como el principal partido de la oposición, solo por detrás de UCD, y venciendo claramente a conservadores y comunistas. González llevó en todo momento una política conciliadora con el gobierno Suarez, apoyó las reformas democráticas, apoyó la Constitución (el PSOE tuvo a un ponente, Gregorio Peces-Barba). Tras las elecciones de 1979, considerando terminado el proceso de unidad necesario para la normalidad democrática, el PSOE endureció considerablemente su oposición. El fuerte desprestigio del partido gubernamental, UCD, condujo al PSOE a su victoria más abrumadora, logrando en 1982 más de diez millones de votos y 202 diputados en el Congreso, la cifra más alta lograda por partido alguno hasta la fecha

El PSOE asumiría la tarea de gobierno en España desde 1982 a 1996, bajo la presidencia de Felipe González. Entre sus primeras labores de gobierno constó el emprender un programa de recuperación económica basada en un aumento del gasto público invertido en sectores clave, el aumento de los servicios del estado del bienestar, la reforma del Ejercito para apartar de los puestos clave a los militares más reaccionarios, las negociaciones de adhesión a la Comunidad Económica Europea, el desarrollo del estado autonómico y la reconversión industrial y agraria. Tras renovar cómodamente la mayoría absoluta en 1986, el partido comenzó a experimentar problemas políticos, derivados de una falta de respuesta frente a una nueva crisis económica. Esto hizo que en 1989, cuando la adhesión a la CEE motivó la adopción de nuevas medidas de ajuste, la impopularidad de las mismas condujera a la pérdida de mayoría absoluta por parte del PSOE, que quedó con 175 diputados (la mitad exacta del parlamento).

Desde 1989 comienza un proceso de fuerte desgaste del PSOE. Por un lado comenzaron a aflorar diversos escándalos que golpean con fuerza al partido: financiaciones ilegales (Filesa), guerra sucia contra ETA (caso GAL), apropiaciones indebidas de fondos públicos por parte de funcionarios (caso Roldán). Por el otro, el aumento del paro y el deterioro de los servicios, unido a la mala relación que hubo entre PSOE y los sindicatos, provocan fuerte malestar social, llegando a la huelga general en al menos dos ocasiones. Por otro lado se acentuaron las diferencias entre González y su principal colaborador desde los años de la Transición, Alfonso Guerra. Este enfrentamiento se saldó con la salida de Guerra del gobierno. A pesar de todo en 1993 logra volver a ganar las elecciones, con 159 escaños solamente, pudiendo gobernar gracias a un acuerdo de legislatura con los nacionalistas vascos y catalanes. Por otro lado empezó a funcionar la llamada “pinza” formada por el PP e IU, que desde ambos lados empezaron a atacar al PSOE. Hasta 1996 la situación no hizo sino agravarse, lo que provocó que en 1996 el PSOE fuera derrotado por primera vez por el PP.

La derrota de 1996 coincidió con el abandono de Felipe González de la secretaría general del partido, abriendo un periodo de fuerte crisis de liderazgo dentro del partido. Inicialmente se postularon a la sucesión Joaquín Almunia (considerado cercano a González) y Josep Borrell (considerado cercano al defenestrado Alfonso Guerra), ambos antiguos ministros con González. Las elecciones primarias fueron ganadas por Josep Borrell, pero la fuerte oposición del sector de Almunia provocó su dimisión, siendo sustituido por Joaquín Almunia. Este concurrió como candidato del PSOE a la presidencia del gobierno en 2000, siendo ampliamente batido por Aznar, que obtuvo mayoría absoluta. La fuerte derrota provocó que Almunia dimitiera también como secretario general, llevando a un Congreso federal extraordinario en el cual salió elegido una figura totalmente desconocida: José Luis Rodríguez Zapatero, hasta entonces diputado por León, que conseguiría derrotar a José Bono, Rosa Diez y Matilde Fernández.

Con Zapatero, el PSOE logró empezar a recuperar terreno electoral al PP, en parte por la erosión que sufría el gobierno con sus medidas, el cariz excesivamente derechista del mismo y su creciente impopularidad. Finalmente, en 2004 se llegaba a las elecciones con una ligera ventaja del PP frente al PSOE, pero los atentados de Al Qaeda del 11 de marzo contra varios trenes en Madrid (ocasionando más de 190 muertos) y la nefasta gestión que el gobierno del PP hizo de la crisis provocó un vuelco electoral sin precedentes, ganando el PSOE las elecciones.

En su retorno al poder, el PSOE encabezado por Rodríguez Zapatero emprendió un programa social muy fuerte, introduciendo medidas en principio polémicas, como la ley de matrimonios homosexuales, la ley de memoria histórica. Además frenó un proceso de política ultra liberal, favoreció un mayor intervencionismo estatal. Esto provocó la reacción de gran parte de los medios de comunicación y del PP, entregados a una oposición dura y crítica en extremo. También sectores como la Iglesia, hasta ahora desmovilizados, comenzaron a movilizarse ante lo que consideraban ataques a sus principios. Pese a que todo parecía indicar que Zapatero solo gobernaría una legislatura, en 2008 el PSOE revalidó su victoria, también en minoría, pero logrando el mayor número de votos de ningún partido en la historia en la democracia. En la segunda legislatura, Zapatero tuvo que enfrentarse básicamente a una crisis económica muy fuerte, a la que no supo reaccionar a tiempo, tomando medidas muy parciales, además de seguir con el aumento del gasto público. También se vio envuelto de cierta polémica su apoyo al nuevo “estatut” de Cataluña, que definía a esta como una nación. En la parte final de su legislatura, Zapatero sufrió una dura derrota en las elecciones autonómicas y municipales de 2011, perdiendo gobiernos que había llevado de forma histórica, como el extremeño o la alcaldía de Sevilla. Tras acometer, de acuerdo con el PP, una reforma constitucional para limitar el gasto público, Zapatero anunció la convocatoria de elecciones anticipadas para 2011. En estas elecciones, el PSOE se llevó su peor resultado histórico, quedando con tan solo 110 diputados, siendo candidato a la presidencia Alfredo Pérez Rubalcaba, que además fue había sido elegido secretario general del partido, derrotando a la renovadora Carme Chacón.

De nuevo en la oposición, el PSOE adoptó un rumbo de oposición constructiva con el gobierno, apoyándolo en grandes cuestiones pero siendo crítico con los recortes sociales. Finalmente, en 2012 logró ganar en las elecciones autonómicas andaluzas y asturianas, además de comenzar una tímida subida en las encuestas de voto. Todo esto ha provocado que la situación crítica en que se hallaba el partido se vea más tranquila. Pese a todo se ha instalado un fuerte debate en torno a la figura de Rubalcaba, sobre todo entre algunos sectores catalanes, y en gran parte de las bases. Finalmente, el desastre electoral en las elecciones europeas de 2014 supuso la renuncia de este a la secretaría general del PSOE. Su sustituto fue Pedro Sanchez, tras unas elecciones primarias.

Organización interna[]

El PSOE es uno de los dos grandes partidos políticos españoles. Se organiza con una estructura federal de gran complejidad.

El máximo órgano del partido son los Congresos Federales, a los que acuden delegados de todas las agrupaciones territoriales del PSOE, además de varias organizaciones adyacentes, como las juventudes, la corriente Izquierda Socialista u organizaciones de mujeres.

El Congreso Federal elige un Comité Federal, formado por un número variable de personas. Es un órgano de control y revisión de la política del partido y propone entre otras cosas la convocatoria de Congresos o los candidatos a la Presidencia del Gobierno.

La Comisión Federal Ejecutiva, por su lado, en la dirección general del partido y está formada por el Secretario General más el Secretario de Organización, además de un buen número de secretarías y vocales. Por lo general esta comisión está formada mediante pactos internos entre distintas corrientes.

El PSOE se vertebra territorialmente en federaciones autonómicas, habiendo una por cada comunidad autónoma, más otras dos por Ceuta y Melilla y otra más denominada PSOE Europa. A esta organización se exceptua el Partit dels Socialistes de Catalunya, que no es una federación territorial, sino un partido federado al PSOE libremente. Como tal no está sujeto a la autoridad de los órganos del partido. Además de todo esto, el PSOE tiene agrupaciones en la inmensa mayoría de los pueblos y ciudades de España, las cuales eligen sus propias ejecutivas locales.

Federaciones regionales del PSOE[]

Resultados electorales[]

Elecciones Congreso[]

Año Votos % Escaños
1977 5.371.866 29,39 118
1979 5.477.037 30,49 121
1982 10.134.310 48,41 202
1986 8.901.718 44,33 184
1989 8.115.568 39,88 175
1993 9,150.083 39,10 159
1996 9.425.678 38,00 141
2000 7.918.752 34,71 125
2004 11.026.163 43,27 164
2008 11.289.335 44,36 169
2011 7.003.511 28,73 110
2015 5.545.315 22,00 90

Elecciones Senado[]

(se colocan como votos la suma de todos los candidatos)

Año Votos % Escaños
1977 10.284.294 50
1979 18.449.655 73
1982 27.696.475 130
1986 24.811.613 122
1989 22.244.661 105
1993 25.125.288 94
1996 24.809.323 81
2000 16.307.173 55
2004 25.664.516 73
2008 25.991.731 87
2011 16.758.798 49
2015 47


Elecciones europeas[]

Año Votos % Escaños
1987 7.522.706 39,06 28
1989 6.275.552 39,57 27
1994 5.719.707 30,79 22
1999 7.477.823 35,94 24
2004 6.741.112 43,72 25
2009 6.141.784 39,33 21
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